Aprended a hacer el bien para que el mundo crea

Aprended a hacer el bien para que el mundo crea

Un año más, nos encontramos ante la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos y lo primero que viene a mi mente es invitaros a hacernos una pregunta,

  • ¿Cuántas veces me he acordado, durante todo este año, de Orar por la Unidad?

Quizá obremos así, porque todavía no hayamos descubierto todas las esperanzas que se han puesto en conseguir un mejor diálogo de la Iglesia católica, con las Iglesias y Comunidades sobre la doctrina de la Fe.

Necesitamos darnos cuenta de que, esta semana de Oración no es una devoción más. No se trata de temas sobre los que se puede discrepar o estar de acuerdo; tampoco es un tiempo litúrgico, pero sí un tiempo fuerte en el que, aspectos fundamentales de la Iglesia se ponen delante del Señor para que se haga visible lo que Jesús pidió al Padre con tanta insistencia en la oración sacerdotal. “Que todos sean uno, como Tú Padre y Yo lo somos”Pero, hay algo que pasamos por alto ¿para qué hizo Jesús esta petición? “para que el mundo crea”

  • Y yo, personalmente ¿qué pienso del ecumenismo?
  • ¿Es algo que me compete como seguidor de Cristo?
  • ¿O todavía no me convence demasiado?

Es importante tomar conciencia de que, la espiritualidad de esta semana, tiene como tarea trabajar la restauración de la Unidad haciendo una plegaria humilde y esperanzada, pero sabiendo que la unidad es más un don divino que una realización humana.

Pero esto no es nuevo, existe una larga tradición en las Iglesias cristianas de orar por la unidad. Los textos litúrgicos de las comunidades católicas, ortodoxas, anglicanas y protestantes poseen plegarias admirables, para pedir al Espíritu la unidad de la Iglesia

Y lo tenemos ahí. El Vaticano II, en el Decreto de Ecumenismo, lo afirma con estas palabras “La conversión de corazón y santidad de vida, juntamente con las oraciones privadas y públicas por la unidad de los cristianos, han de considerarse como el alma de todo el movimiento ecuménico, y con razón puede llamarse ecumenismo espiritual”

  • Y yo ¿qué hago, para que a la Iglesia llegue la unidad?
  • ¿Me informo de lo que es el ecumenismo?
  • ¿Rezo por ello?

También me parece muy importante, en este momento que estamos viviendo, dejar constancia de que, “Benedicto XVI, fue el primer Papa en formar parte de un comité del Consejo Mundial de las Iglesias, como uno de los miembros católicos de la Comisión de Fe y Constitución.

Apuntando también que, poco tiempo después de que Benedicto XVI se convirtiera en Papa, se superaron el conjunto de normas que habían sido un óbice para las reuniones de la comisión para el diálogo católico-ortodoxo”

¡Cómo va saliendo a la luz, todo el legado que Benedicto XVI ha dejado a la Iglesia!

Pero hay algo más que, también me llama la atención y es la manera en que todo esto encaja con el Documento de trabajo que se nos propone para esta Etapa Continental (DEC) del -Sínodo sobre la Sinodalidad- invitándonos como Iglesia, como parroquia, como Comunidad y como persona individual a ser tienda que dé espacio de comunión y lugar de participación a hermanos de otras confesiones, para ser base de la misión por Jesús encomendada: “que todos sean uno, como Tú Padre y Yo lo somos”

Pues esta ha sido la Palabra de Dios elegida para Etapa Continental (DEC)  y que, no puede ser más acertada:

“Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas”

Isaías 54:2

¡Cuándo seremos capaces de entender que, Dios tiene un proyecto para nosotros mucho más grande del que imaginábamos! Cuándo nos daremos cuenta de que, por muy empequeñecidos que estemos o por muy cansados que nos encontremos de vivir una vida solitaria, estéril e infeliz, Dios sale a nuestro encuentro para decirnos “ensancha tu tienda, extiéndela, haz espacio para los que sigan llegando…” Agranda en tu vida la capacidad para Dios, permítele hacer todo lo que Él desee de ella, aspira a algo más grande, sal de la rutina, de ese pensamiento estrecho y limitado que te oprime y aspira a algo mucho más grande y más amplio.

  • Y yo ¿soy capaz de ensanchar mi tienda?
  • ¿Oro al Señor, para que me ayude a hacerlo?

Pero no olvidemos que las tiendas más anchas necesitan cuerdas más largas y estacas más grandes para mantenerse en pie, aunque eso cause dolor y esfuerzo.

Por eso, si queremos hacer más grande nuestra Fe, necesitaremos fortalecer “las estacas” donde se apoya. Necesitaremos profundizar mucho más en la palabra de Dios, profundizar nuestra vida interior y hacer que nuestro compromiso no se asuste de encontrar personas y realidades nuevas en nuestro camino.

Es verdad que, esto no será fácil y nos hallaremos muchas veces preguntándonos y ¿para qué nos va a servir, tener una tienda más grande en nuestra existencia?

Isaías sale rápido a darnos la contestación. Para que puedas dejar tu huella visible en esa tierra. Algo que, más tarde nos dirá Jesús con otras palabras: Vosotros seréis sal y luz mostrando vuestra acogida y preocupación por los demás y atendiendo sus necesidades.

Pues el ensanchamiento no es para alimentar nuestro orgullo, sino para ayudar a vivir en la verdadera unidad.

  • Y yo ¿cómo respondo a este reto que se me presenta?

Lo que pasa es que, que no vivimos tiempos fáciles para entrar en el camino ecuménico. Nos encontramos profesando nuestra Fe en una cultura que cada vez tiene menos presente la referencia a Dios y huye de todo lo que tiene una dimensión trascendental en la vida.

Y para ello que hacen: dividir. Y así vemos como en lugar de estar unidos estamos divididos, cada uno en la confesión que más se adapta a nuestro criterio. Pero, como dice S. Pablo ¿acaso Cristo está dividido?

Esta ha de ser la pregunta que nos hagamos en esta Semana de Oración por la unidad de los Cristianos y durante todo el año, pues todos estamos invitados a no desistir en nuestro esfuerzo ecuménico siendo fieles a lo que Jesús nos pidió en aquella noche santa en que Oro al Padre diciendo: Padre, que todos sean uno como Tú y Yo lo somos.

Para que el mundo crea.